lunes, 29 de noviembre de 2021

La habitación, ahora que te has ido bruscamente,
se ha llenado de preguntas de nieve y lava.
Yo sé que lo que no regresa está en la maleta
con la que prosigo el viaje.
Este poso de melancolía
insiste en supurar la fragancia
de esa intangible presencia,
como humo que sube victorioso
después del desgaste, y parece
insinuar la alegría de las horas previas
a una inminente llegada.
Adondequiera que vaya
y cualesquiera que sean las palabras
con las que le cuente a los parques
que todavía sueño que vienes,
ellos saben lo absurdo de la necesidad de la forma
cuando se ha convertido en fábula;
ellos saben de la dignidad del recuerdo
y del olvido generoso
que todo lo endulza y lo atenúa;
ellos saben que el espejo líquido me descubrirá
a otra mujer diferente de esta:
la que sabe que el futuro que viene
guardará instantes y disipará las penas
de estos días en los que tiro piedras al estanque
mientras me quedo mirando, entimismada,
esos círculos ondulantes, cada vez más lejanos,
que forma el agua cuando algo se hunde.


Imagen: Ellen Von Wiegand

                      


martes, 5 de octubre de 2021

Mientras me fumo el primer cigarro
del día mezclado con el sabor
del café negro
observo el modo
en que las cosas se comportan
y me doy cuenta de cómo le tiembla
el pulso a octubre
cuando se va desnudando
expuesto a la mirada de paseantes
que pisan hojas semihundidas
en la hierba
donde el rocío espera un minúsculo
rayo de sol para irse
y el paisaje
más seco y polvoriento
se va llenando de nubes.
Todo esto me lleva a recordar
el frío que aguarda
y que el desierto
es una franja de tierra pequeña
asumible de cruzar
si lo comparo con lo lejos
que estamos los dos.




sábado, 24 de abril de 2021

Es importante el gesto.

Recuperar el movimiento
de humanidad entumecida.

Temo la permanencia impávida:

las emociones que juran
detenerse ante cualquier brillo

o su falta.

Es importante el gesto.


Imagen: Julian Stips






jueves, 25 de marzo de 2021

Ella que nunca se rinde,
es una valiente
Wonder Woman
de la vida diaria.

De su arsenal de las armas
destaco el Lazo de la Verdad
y una aguja mágica
con la que sigue cosiendo
la paz
puntada a puntada.

Impera la libertad
en su hogar -que es de todos-
donde volver a casa
es más que una expresión,
allí, donde solo ondean
banderas de ropa limpia
recién lavada.

Ella atesora todas
las competencias
que puedas imaginar, 

lleva el peso ella sola 
de todos los ministerios
sin sueldo alguno,
sin derecho a vacaciones
ni baja laboral,

y sabe que no se puede
gobernar nada
sin la ética del cuidado
sin la constitución del amor.

Ella conoce y ha reescrito
los estatutos de una vida feliz.

Y así lo creo firmemente
-que tome nota España,
Europa o el mundo entero-:

siendo la gallina
de los huevos de oro,
koro koko, kiri kiki, 

si mi madre
hubiera sido presidenta
del gobierno,
otro gallo
-con más arte-
cantaría en este país.




viernes, 26 de febrero de 2021

Hablaron por sí mismo los hechos.
Todo lo demás quedó en entredicho.

Imagen: Chema Madoz




jueves, 4 de febrero de 2021

La repetición del duelo trae la amnesia
del llanto colectivo, ya no conmueve.
La costumbre
se alía con esta otra forma de holocausto,
de muerte normalizada
cuando somos más autómatas que nunca,
cuerpos deshidratados sin abrazos,
ahora que la Tierra,
-esa pelota verde cada vez menos verde-
grita oxígeno,
ahora que algunos
-sucios y rastreros uniformes, sotanas
y trajes, ladrones cobardes sin conciencia-
deciden con honor
colar en la fila de la vida su privilegio
justo cuando no hay un lugar en el planeta
donde salvarse,
y nosotros, con la esperanza estancada
ante un largo etcétera de ausencias
y este cansancio de sentir
lo difícil de echarse a volar
con esta realidad tan aplastante.
Pero yo digo con lengua mendiga
-léase con tono suplicante-:
pongamos tripas, corazón y coraje
por encima de este vértigo
y esta niebla,
seamos eslabones de una cadena,
hagamos, entre todos, un sueño a medias
sabiendo que solo es posible seguir
hacia delante
con nuestro tanto por ciento
de angustia
porque sucede que, por encima
de todos esos
mercaderes de antídotos,
estando a una hoja de almanaque
de un año de supervivencia,
nosotros curaremos
el mundo que se derrumba por dentro,
abriremos el pecho y las venas
hasta que brote algo humano
y lloraremos, si nos toca, dignamente
con pena a nuestros muertos
sin miedo, culpa ni vergüenza.






jueves, 14 de enero de 2021

No quise despertarte,
ramaje ovillado a mi corteza, 

porque si despiertas
hay palabras trazadas
y una cara estudiada de misterio; 

durmiendo, un bostezo, una vidriera
un color verdadero de la lengua.

Esperaría siglos
a que no te des la vuelta
y empujaría las sombras
por saber qué estás soñando.

Pero si no vas a ser mi camino
y mi tesoro escondido
en el bosque,

si no vuelves a ser
el humo, la llama
y el rescoldo,

si hasta la luz del alba
no te vuelves infinito
un instante,

entonces, hoy,
no quiero despertarte
por si tu ausencia
revienta como un globo
en medio de la noche.

Imagen: Laura Makabresku



 

jueves, 7 de enero de 2021

Antes de la puerta clausurada
donde el muro impredecible 
citó a tu afonía y mi ceguera,
brillaba luminosa tu sonrisa contagiada
y una mirada que había llegado huérfana
encontró el reflejo de su desnudez de ángel.

Hubo un perfume de nube,
un embrujo y la dulzura de dormir
sobre el costado del miedo.

Imagen: Saul Leiter




lunes, 4 de enero de 2021

Te estaba queriendo y las cosas
se movían, y las aguas fluían
llevando el mismo amor
a dos ciudades distintas.

Hubo una melodía y un mensaje.

Luego todo paró y las grullas
de la orilla volaron espantadas
con el otoño
después de que el espacio
y el tiempo
se redujeran
a una sala de espera.

No se inmutaba nada.

Después de todo
el mundo no deja de rotar
sobre sí mismo y gira volteando
por completo el universo
ajeno a cualquier causa-efecto
en su paseo indiferente.

Yo hago lo mismo y lo ignoro.

Ahora que el horizonte del sur
cambia sin importarle a nadie
escucho esa música tuya
y parece, como todo, que va
más lejos de mí.

Me dejo llevar por ese instante
y mirando un atardecer
radiante, con tu recuerdo,
me dejo caer de algún modo
como va cayendo el sol.