jueves, 25 de marzo de 2021

Ella que nunca se rinde,
es una valiente
Wonder Woman
de la vida diaria.

De su arsenal de las armas
destaco el Lazo de la Verdad
y una aguja mágica
con la que sigue cosiendo
la paz
puntada a puntada.

Impera la libertad
en su hogar -que es de todos-
donde volver a casa
es más que una expresión,
allí, donde solo ondean
banderas de ropa limpia
recién lavada.

Ella atesora todas
las competencias
que puedas imaginar, 

lleva el peso ella sola 
de todos los ministerios
sin sueldo alguno,
sin derecho a vacaciones
ni baja laboral,

y sabe que no se puede
gobernar nada
sin la ética del cuidado
sin la constitución del amor.

Ella conoce y ha reescrito
los estatutos de una vida feliz.

Y así lo creo firmemente
-que tome nota España,
Europa o el mundo entero-:

siendo la gallina
de los huevos de oro,
koro koko, kiri kiki, 

si mi madre
hubiera sido presidenta
del gobierno,
otro gallo
-con más arte-
cantaría en este país.




2 comentarios:

  1. Ohh qué precioso tu poema! me encanta! Enaltece no solo la figura de tu madre sino la de la mujer poderosa,valiente y llena de coraje.
    Me ha encantado!
    Un beso.

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    1. Hola! sí, aunque está dedicado a ella, por extensión, también a otras muchas madres y mujeres valientes y que tanto saben. Muchas gracias, me alegra que te haya gustado. Un beso

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