Un pez que disecciona el agua ha roto mi imagen
en mitad y mitad, y se separan las dos donde lo
indefinible -o donde siempre, o donde nunca-.
Tengo, como el recuerdo vago de quien soporta
amnesia temporal , olvido y memoria; doble filo,
como las lenguas que destruyen todo tan rápido
como el fuego. Pero me está mirando un mar
ya en calma, juntándome de nuevo; y es ahora
cuando me veo completa y evoco aquí tu reflejo
que me inunda por dentro una procesión de olas.