y que venga
entrar en otra esfera
paralela a la consciencia
cuerpo prolongado dulcemente
en el sueño.
Sentirse suave en el dormir
de la noche invocada
concedernos el delirio
de abrigar la inocencia
de estar callados y despertar
con humildad delicadamente solos.
Imagen: Rimel Nefatti.