domingo, 15 de diciembre de 2019

A Sonoko no le gusta el tamaño
de la caligrafía que hace.

(se sabe superada, sospecho).

Hay días que hace mohínes
porque sabe que su boca
contiene el aire justo,
acaricia sus cuerdas
y suelta el sonido exacto
cuando pronuncia.

Entre origamis mentales
la mira pensativa Chiasa
y une dos imágenes en un haiku:

pronto no estarás,
toda la luz
por la ventana.


Corpore insepulto

El cuerpo debe vivir
en su imperfecto andamiaje
sentir y sentirse

una cadera
       un hombro
                      un labio

satisfacerse. Sufrir.

El cuerpo es una anarquía
la construcción de un imperio
bajo la ley de nadie

ingobernable o sumiso a placer,
un espectro,

físico y más allá de lo exacto

el cuerpo debe mantener
una postura propia

correr con los pezones
                                   al aire,
(re) inventarse

                        cuerpo trans
                             formado

tener la licencia de exhibirse.

De lo contrario morir
                                 siendo carne,
                                 polvo, nada,
un esqueleto vacío, un simple montón
                                             de huesos.

Imagen: Laurence Winram



jueves, 5 de diciembre de 2019

Por su bien, por su bien
y era de hiel
aquel panal de abejas.

Niña de cera, dulce de gomaespuma
y dientes de leche,
la elegida.

Cuerpecito de ángel mutilado
por el aguijón que cambió
pañales por sudario.

Horror de hogar que le persigue,
paredes culpables. sonrisa borrada,
escarnio profundo repetido.

Un día habló y habló.
Huyó del terror al presagio
y el Mezquino bajó la mirada.

Mientras, todos seguían
mirando a otro lado
y rezándole a Dios.

¡Pss! ¡Secreto!
silencio, silencio, silenciada.

Imagen: Katrin Zeidler