domingo, 28 de enero de 2018

No limitaré este estado de felicidad
-el fusil de las dudas yo lo rechazo-,
no meteré a embudo en el corazón
la cabeza, por mucho que parezca
de tan bueno demasiado fácil.

No merece la alegría menos espacio
que el dolor, quiero vivir como un sol
perfecto la dulzura de este instante.

A veces, las cosas son como son.
Libre me doy y consecuente.

Y si no doy pie, mejor,
así no toco fondo.


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