donde el muro impredecible
citó a tu afonía y mi ceguera,
brillaba luminosa tu sonrisa contagiada
y una mirada que había llegado huérfana
encontró el reflejo de su desnudez de ángel.
Hubo un perfume de nube,
un embrujo y la dulzura de dormir
sobre el costado del miedo.
brillaba luminosa tu sonrisa contagiada
y una mirada que había llegado huérfana
encontró el reflejo de su desnudez de ángel.
Hubo un perfume de nube,
un embrujo y la dulzura de dormir
sobre el costado del miedo.
Imagen: Saul Leiter
Me gusta mucho el sentimiento que rezuma tu poesía, Julía.
ResponderEliminarMil besitos y Feliz Año.
muchas gracias! a mí me gusta que te guste. Besitos
EliminarOh,a veces sentimos que no podemos comunicarnos,que hay muros,cegueras y afonías..pero sin embargo,en algún punto vuelve a brillar la mirada, y el encuentro.
ResponderEliminarMuy hermoso!
Un beso.
un encontrarse que en algún momento anterior existió. Gracias mil. Besos
EliminarEs dulce ... (Aún con repetición, lo siento, fue el sentimiento)
ResponderEliminarGracias por comentar. Me alegra que te lo parezca. No he entendido lo que dices de la repetición, qué quieres decir?
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