como un cangrejo sin concha,
lo único que queda
cuando ya no queda más.
La exhibo sin ningún pudor
y esta piel tragaluz
se abre en árbol genealógico,
cactus superviviente
al desierto de mi estirpe.
Cruzo en pie por los siglos
flexible como duna móvil
cambiando lo simbólico,
culebra que resucita a otras
con hierbas en su boca.
Una ecdisis es necesaria
-brazos en cruz-
con la que suelto los moldes
y este peso muerto
de la Historia
que sostengo.
Imagen: autoself
Mostrar la espalda desnuda, es muy arriesgado.
ResponderEliminarBuen poema. Un abrazo.
Si, Chelo, puede llegar a serlo. Gracias!! Un abrazo
EliminarQué precioso el poema, la carga ancestral que traemos incorporada, esa concha de la cual debemos desprendernos para poder soltar lo innecesario.
ResponderEliminarEs hermoso!
esa era la idea, Lunaroja. Me alegra que te haya gustado. Gracias!
EliminarIndefensa queda ... es como desnudar el alma...
ResponderEliminarMaravilloso.
Mil besitos para tu noche.
muchas gracias! Besos para ti también
Eliminar