lunes, 3 de febrero de 2020

De madrugada
me regalas el crepúsculo
de tus labios

trepas por mí como la hiedra
despacio, muy despacio

en movimiento telúrico
te inmolas y en mi cuerpo

un lago de helechos
y peces y de lava
quemando.




Como quien aguarda la fiesta imprevista
al recuerdo de esa felicidad breve
que fuera antaño asombro de mis días
te estoy esperando, amor, vida de mi vida,
yo sola y mi esperanza ilusoria
en lo irreal de este presente
donde dices que me amas.

Imagen: Yuriy Strigul



Yo vi el fogonazo mortal de la pólvora reflejado
y oí el estruendo seco del disparo por la espalda
un segundo antes.

Desde el suelo olí el líquido donde refractaba la luz
del sol mi corazón desangrado.

Fuiste tú quien me ejecutó, quien urdió la trama,
quien masculló algo que no entendí
pero que dolió y el dolor suele contener
preguntas que un verdugo no contesta,

                (¿acaso la indiferencia no es suficiente
                para no morir infelizmente de recelo
                a asumir esta vida y su peso?. Habría
                bastado con el adiós y sus distancias)

No hubo clemencia: me apartaste con el pie y
como una más que no
fue nada, morí una noche fría de octubre.

               Por todos hablo en primera persona
               para contar por qué nacen flores marchitas
               en esas zanjas regadas de penas
               porque son los abandonados del amor
               de quienes hoy me acuerdo,
               los otros olvidados en las cunetas.

Imagen: Serge Lutens


 

sábado, 4 de enero de 2020

En la hoguera de las vanidades
terminan siendo golpes bajos
demasiados golpes de pecho.



domingo, 15 de diciembre de 2019

A Sonoko no le gusta el tamaño
de la caligrafía que hace.

(se sabe superada, sospecho).

Hay días que hace mohínes
porque sabe que su boca
contiene el aire justo,
acaricia sus cuerdas
y suelta el sonido exacto
cuando pronuncia.

Entre origamis mentales
la mira pensativa Chiasa
y une dos imágenes en un haiku:

pronto no estarás,
toda la luz
por la ventana.


Corpore insepulto

El cuerpo debe vivir
en su imperfecto andamiaje
sentir y sentirse

una cadera
       un hombro
                      un labio

satisfacerse. Sufrir.

El cuerpo es una anarquía
la construcción de un imperio
bajo la ley de nadie

ingobernable o sumiso a placer,
un espectro,

físico y más allá de lo exacto

el cuerpo debe mantener
una postura propia

correr con los pezones
                                   al aire,
(re) inventarse

                        cuerpo trans
                             formado

tener la licencia de exhibirse.

De lo contrario morir
                                 siendo carne,
                                 polvo, nada,
un esqueleto vacío, un simple montón
                                             de huesos.

Imagen: Laurence Winram



jueves, 5 de diciembre de 2019

Por su bien, por su bien
y era de hiel
aquel panal de abejas.

Niña de cera, dulce de gomaespuma
y dientes de leche,
la elegida.

Cuerpecito de ángel mutilado
por el aguijón que cambió
pañales por sudario.

Horror de hogar que le persigue,
paredes culpables. sonrisa borrada,
escarnio profundo repetido.

Un día habló y habló.
Huyó del terror al presagio
y el Mezquino bajó la mirada.

Mientras, todos seguían
mirando a otro lado
y rezándole a Dios.

¡Pss! ¡Secreto!
silencio, silencio, silenciada.

Imagen: Katrin Zeidler