En el desguace de las dudas
terminan abandonadas las certezas,
demasiado velo gris y palabras
inacabadas, frases torcidas,
malinterpretados silencios, intenso
dolor, un todo incrédulo.
¿Dónde la seguridad? ¿Dónde
el error? ¿quiénes los culpables?.
En el callejón de los perdones
una moneda al viento. El tiempo
mata cualquier destino. La suerte
no evita nada y el daño sigue cayendo
como tortura china: gota lenta
insistente, calando el hueso.
¿Duele más la herida o tener
la certeza de quién la inflige?
Nada se aprende salvo que no hay
viaje de regreso. Pero escuchando
Midnightclub 1960, la ausencia es
el juego de la cuerda y el aire
que me trae el recuerdo de tus labios
con sabor a pérdida.
Imagen: Catherine Deneuve por Jerry Schatzberg
Un poema que duele...
ResponderEliminarEsa herida, ese causante de ella, esa perdida...
Feliz año. Un abrazo.
esas heridas, Chelo, esas! Gracias por venir, un abrazo y feliz año
EliminarBrutal, desgarrado.
ResponderEliminarComo siempre quedo atrapada en tus versos.
Un abrazo!
Muchas gracias! Para mi siempre es un placer que te llegue
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