Las ciudades mudas, los ríos sin agua,
los vendavales sin viento, los peces
sin branquias, las lunas doradas,
sin crujido los huesos rotos,
el todo y la nada siendo lo mismo.
Tú, detrás de mí, inalcanzable, intangible,
sin rozarme por miedo y por rabia,
labio callado hasta el límite,
rayo inesperado que ilumina
en sorpresa una verdad intermitente
al filo de un abismo aún no escrito.
Por el roto de ese algo que queda
latente, atravesando el tiempo,
aferrada a los vínculos,
yo, sintiéndome nada, insomne,
esperándote.
Imagen: Jamie Baldridge
Tanta fuerza y a la vez una desolación que penetra en cada verso. Con dolor,con fuerza,con tanta belleza.
ResponderEliminarUn abrazo!
muchas gracias lunaroja! tal como te llega,es. Un abrazo
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