El día abrió hoy en paréntesis
cuando bajo la ropa me laten las ganas
de mar y el cuerpo avanza hacia un rincón
donde un incendio de sol colorea mis ojos,
en su continuo respirar
sobre el mismo espacio
viene y se esfuma,
yo y mi finitud,
él y su inmensidad,
a la espera de la estación que me zambulla
en su líquido hipnótico, peina el aire
los enebrales de Punta Umbría,
como un ancla
mi sombra por los tobillos
me clava en la arena.
Es ese instante donde te sientes integrada, en comunión, en ese momento sagrado de unidad.
ResponderEliminarUn abrazo!
gracias. Sí, esa contemplación de tanta inmensidad bella se merecía algunos versos
EliminarEl mar y su hipnótico influjo. Lo retratas perfectamente. Precioso.
ResponderEliminarmuchas gracias Raúl! la verdad es que la belleza del mar es hipnótica, o así lo veo yo. Y da para mucho reflexionar y disfrutar
EliminarPrecioso poema y foto! Punta Umbría...cuántos recuerdos verdad Julia!
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