tuve la tentación
de mirar otra vez
el abismo
y vi una caída, otra
y otra,
vi una cuerda floja
bajo mis pies
sobre un mar
y después
vi cómo del agua
saltaba un pececito.
el abismo
y vi una caída, otra
y otra,
vi una cuerda floja
bajo mis pies
sobre un mar
y después
vi cómo del agua
saltaba un pececito.
Tal vez un pececito nos salva en ocasiones de la tentación del abismo (o una mariposa, o un grillo, o...)
ResponderEliminarSugerente poema.
Cierto, hay pequeños mensajes en ellos para afrontar los abismos. Muchas gracias!
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