Con un cambio de método y una cueva-útero
donde pensar libremente, la mirada se abre.
Arrancar las introducciones de los libros,
que la tinta no entre con sangre, romper normas,
llegar al punto de un renacimiento sin pasado,
sin definidores ni definidos. El momento que nace
con vocación de muerte súbita, vivamos el carpe diem
fugitivo de la línea del tiempo. Y así, la mente cercada
antes por los prejuicios, se expandirá sin límites
porque la vida es aquí y ahora, y no se puede
recuperar jamás el instante perdido.
“Oh, Capitán, mi Capitán!”,
mientras Wanda Jackson nos canta
que hagamos una fiesta esta noche,
con un verso atrevido y liberado
El Club de los Poetas Muertos
ya entiende que los poemas
son circulares
e indefinidos.
Vivir lo sentido y que nada ni nadie limite con mirada de alambre.
ResponderEliminarMil besitos y feliz semana.
Exacto! Gracias y besos
EliminarTe saludos desde otra posici'on, no dejes de escribir, me gusta como lo haces.
ResponderEliminarGracias Pedro! Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
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